A lo largo del camino que en mi vida recorrí
fui sembrando flores bellas que cuidé con mucho amor
ellas son todas hermosas son algo de gran valor
un regalo que la vida instaló en mi corazón.
¿Qué será eso tan valioso que la vida me obsequió?
¿Que yo guardo con cariño y que nunca olvidaré?
Son mis amigos queridos esos que un día encontré
que Dios puso en mi camino como el regalo mejor.
Un amigo vale mucho nada se puede igualar
es aquel que te valora que no sabe de maldad,
el que siempre está a tu lado aunque muy lejos está
por eso es feliz quién sabe conservar una amistad.
Qué hermoso sería el mundo si todos fueran amigos
sin pensar en el dinero ni el color de la piel
sin eogísmo ni envidia que tanto daño ocasionan
y que a veces nos separan sin darnos cuenta por qué.
El amigo comprensivo te comprende y acompaña
él sabe de tu tristeza y festeja tu alegría
por eso es tan hermoso encontrarse con amigos
y decirles con cariño ¿Qué alegría estar contigo!
Y de nuevo los caminos nos rián llevando lejos
y con pena nuestros labios pronunciarán un adiós
pero nos queda el recuerdo de momentos compartidos
que jamás olvidaremos que tal vez sin merecerlo,
nos regala nuestro Dios.
lunes, 22 de octubre de 2007
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