Dios ha contado tus lágrimas.
Cuando crees que tu vida se ha detenido
y que el tiempo sólo pasa...
Dios espera contigo.
Cuando sientes soledad
y todo el mundo está muy ocupado,
aún para una llamada telefónica...
Dios está a tu lado.
Cuando has tratado todo y no sabes hacia dónde ir...
Dios te mostrará el camino.
Cuando nada tiene sentido y
sientes frustración por no saber hacia dónde ir...
Dios tiene la respuesta.
Si de repente tu mirada al mundo exterior
se hace más brillante y encuentras senderos de luz...
Dios te ha susurrado en el oído.
Cuando las cosas van bien,
y tienes mucho que agradecer...
Dios te ha bendecido.
No importa si te sientes bien o mal...
Dios está contigo
y te acompaña en las buenas y en las malas.
